miércoles, junio 30, 2010
sábado, junio 12, 2010
Ella
Nunca estuvo conforme con su vida, siempre quería más, siempre deseaba lo que no tenía, y una vez que lo conseguía se olvida de ello. Desconfiaba de todo y de todos, pero en el fondo era una idealista que deseaba contribuir a hacer del mundo un lugar mejor.
Deseaba ser amada y odiada, pero no pasar desapercibida. Temía la soledad, pero luchaba por alejar a todos. Cada noche se proponía ser una mejor persona, pero al llegar el día desistía de este intento. Quería ser siempre la mejor, tener una carrera, ser una profesional, ante los demás decía no querer una vida ordinaria; pero en el fondo de su corazón deseaba la tranquilidad de una familia, de un esposo que la cuidara y amara, y de un hijo a quien amar.
Esta mujer iba regando promesas de amor por el camino, pero tenía miedo de comprometerse, por lo que siempre huía.
Esta mujer llegó a mi vida. Pidió amor y se lo di, pidió pasión y me entregué, pidió aventura y accedí, pidió alguien que la abrazara y ofrecí mis brazos, pidió tiempo y se lo di. Aún la sigo esperando, a veces llega y luego se va, regresa a mí cuando siente que el mundo la defrauda. Últimamente ha tardado en volver, a veces me preocupo por ella, pero sé que está rondando por el mundo, regando pasión, haciendo promesas de amor que no cumplirá; y cuando vuelva a sentir miedo, regresará, por que no le exijo mucho, sólo que siempre vuelva.
Para cuando decidas regresar, aquí te espero mi amor.
viernes, marzo 19, 2010
Dulce tentación
Dulce tentación que me persigue
me tienta, me provoca.
y en la noche a la hora de dormir.
La Retroflexión
Dentro del modelo de la Terapia Gestalt hablamos del ciclo de satisfacción de las necesidades. Mantenemos que cualquier necesidad, para ser satisfecha, requiere de la compleción de una serie de etapas o fases que finalizan con el cierre de dicha necesidad. Por ejemplo, para satisfacer la necesidad de hambre, si el ciclo no se interrumpe en ningún momento, pasamos por las siguientes etapas.
Partimos de la primera fase, a la cual llamamos de reposo, ya que el organismo no está excitado en ningún sentido. Posteriormente pasamos a la fase de sensación, donde tenemos una sensación en la boca del estómago, pero ésta aún es vaga e indefinida. En la tercera fase, la de formación de figura, ya hemos concientizado esa sensación difusa y la hemos esclarecido poniéndole nombre, “es hambre lo que tengo”. Vamos con la cuarta, la movilización de energía, en la que planificamos la acción que vamos a realizar para satisfacer esa necesidad. Y ya hemos señalado la quinta, que es justamente, la acción, es decir, cuando levantamos el trasero del sofá y nos dirigimos a la nevera para ponernos manos al asunto. Y cuando abrimos la nevera, tomamos en la mano esa manzana fresquita y la olemos, comenzando a salivar como el perro de Paulov, estamos en la fase de pre-contacto. Ahora ya nada nos puede parar, abrimos la boca y, como solemos decir, le hincamos el diente “al asunto”, a la manzana, entrando de lleno en la penúltima fase del ciclo de satisfacción de la necesidad, la fase de contacto. Finalmente, después del último bocado, más concretamente al finalizar el definitivo “glup”, entramos en la fase de post-contacto y retirada. Ahora ya “a otra cosa mariposa”.
En condiciones normales y óptimas el ciclo se completa y la necesidad se satisface. Pero no siempre es así, en cada una de las fases puede aparecer lo que denominamos interrupciones del ciclo de la experiencia, las cuales tienen como finalidad evitar el contacto pleno con la experiencia como forma de eludir el sufrimiento.
En Terapia Gestalt, las interrupciones no son entendidas como mecanismos que defienden al Yo de las pulsiones del ello, de los impulsos internos e inconscientes, sino que son, como señalaba, autointerrupciones dirigidas a evitar el contacto y el sufrimiento que implica dicho contacto.
La retroflexión es uno de estos bloqueos o procedimientos por medio de los cuales interrumpimos el ciclo. Se produce justo cuando estamos a punto de establecer la relación con el entorno, en la fase de la acción, cuando la energía está direccionada hacia el ambiente. En el último momento cambiamos la dirección de la misma y la volvemos en contra nuestra. Nos tragamos literalmente la expresión de la experiencia.
Para entenderlo podemos recordar cómo, de niños, cuando íbamos a decir una palabrota nos tapábamos la boca con la mano para que no se nos escapase esa cosa tan fea y que nos gustaba tanto decir. Yo recuerdo haber escuchado en más de una ocasión una vocecita que me decía con tono poco amigable: “te voy a lavar la lengua con un estropajo” o también “te voy a picar los morritos como te vuelva a oír decir eso” y surtía efecto, porque luego, cuando iba a completar esa fase del ciclo, y eso que no sabía nada de la Gestalt en ese momento, yo solito retroflectaba la acción y me convertía en un niño muy mono.
La energía que se contiene o retroflecta al dirigirla hacia el ambiente puede ser de dos tipos. Por un lado, una energía que podríamos llamar de índole potenciadora, es decir, afecto, cariño, mimos, ternura, etc. Recuerdo haber leído declaraciones de personas blancas hijos de colonizadores que, en Sudáfrica, en la época del apartheid, habiendo sido criados por mujeres negras a las cuales les unía un vínculo y un afecto especial, se sentían en la necesidad de retroflectar este afecto hacia ellas como forma de no entrar en conflicto el modelo xenófobo imperante.
Por otro lado, se pueden retroflectar acciones que implican una energía o impulso caracterizado por la agresividad, como pueden ser las acciones de golpear, chillar, , bocear, (decir palabrotas, que decíamos antes), morder, etc. Por cierto, morderse las uñas es una de esas conductas típicas que nos pueden dar pistas acerca de la preferencia de la persona por la utilización de esta forma de evitación del contacto o interrupción.
En la retroflexión nos tratamos a nosotros mismos como originalmente querríamos tratar a los demás. Realizamos un cambio en la direccionalidad de la energía, lo cual es, básicamente, una forma de manipular el ambiente para satisfacer nuestras necesidades. Nos sustituimos como una víctima propiciatoria por el ambiente. Todos podremos recordar escenas en las que una persona se muerde el puño como forma de no golpear a otra persona.
El miedo a la propia agresividad es lo que produce muchas veces que se pase de ésta a la violencia. La falta de recursos para expresar con responsabilidad nuestros sentimientos de enfado o disgusto en el momento adecuado, nos lleva posteriormente a caer en la paradoja de manifestar la agresividad de forma descontrolada, con explosiones y pérdidas de los estribos. Vamos, que por parecer niños monos, acabamos siendo niños que se ponen como burros.
Si la retroflexión se produce de forma continua y sutil, poco a poco, desde tiempos pretéritos, de forma que se va perdiendo la conciencia de la energía que subyace bloqueada en el interior del organismo, sin que exista un darse cuenta de cómo vamos taponando laboriosamente la salida de nuestras emociones, la retroflexión se transforma, por esta pérdida de conciencia, en represión. Podemos decir que la represión es retroflexión olvidada.
Es en estos casos donde el cúmulo de energía reprimida existente fuera del campo de la conciencia, se canaliza y deposita en determinadas áreas de nuestro organismo generando toda una serie de síntomas somáticos que actúan a modo de señales o indicadores significativos acerca de nuestros procesos dinámicos más profundos.
Quiero finalizar señalando una diferencia que considero fundamental entre dos formas de manejo de la energía personal. Una es la que hasta ahora hemos estado tratando, es decir, la retroflexión y su expresión máxima y más profunda, la represión. Ambas son formas de contener la energía dañinas para la persona y también para el ambiente. No nos permitimos a través de ellas establecer un buen contacto con el ambiente ni con nosotros mismos, por lo que la necesidad de expresión queda insatisfecha transformándose en un asunto inconcluso.
La forma que quiero proponer como alternativa a la retroflexión para esos casos en los que consideremos importante no estabelcer un contacto pleno con el ambiente, es decir, para las situaciones en las que no queremos permitirnos la expresión de nuestras necesidades porque así lo decidimos, porque es un aspecto biopositivo para nosotros en función de la valoración que realizamos en un contexto determinado, es... la auto-contención.
lunes, marzo 08, 2010
NADA DE NADA
Quisiera cantarte, una canción que te enamore de mi
Te diga qué siento, te diga quién soy
Y cuánto te haré feliz
Que fueran las caricias, que yo quisiera darte
Que fueran las palabras, que no me animo a decirte
Que más o menos sonarían así
No existe nada que me dé
ni la mitad de todo lo que tú me das
Cuando descubres mi mirada
No cambiaria ni loco tu sonrisa,
Por todo el mundo
Por nada de nada
Que ya eres todo, todo lo que quiero yo
y todo lo que pido a Dios
Te esperaría aquí con paciencia
No cambiaría un minuto tu presencia,
Por todo el mundo
Por nada de nada
Quisiera cantarte, una canción que fuera sólo de ti
Que con las palabras, de los demás, no se pueda confundir
Quisiera que te hiciera, volar alto en el cielo
Para que desde allí vieras qué pequeño se hace el mundo
Si solo estamos juntos, tú y yo
No existe nada que me dé
ni la mitad de todo lo que tú me das
Cuando descubro mi mirada
No cambiaría ni loco tu sonrisa,
Por todo el mundo
Por nada de nada
Que ya eres todo, todo lo que quiero yo
y todo lo que pido a Dios
Te esperaría aquí con paciencia
No cambiaría un minuto tu presencia,
Por todo el mundo
Por nada de nada
No cambiaría ni loco tu sonrisa,
Por todo el mundo
Por nada de nada
Que ya eres todo, todo lo que quiero yo
y todo lo que pido a Dios
Te esperaría aquí con paciencia
No cambiaría un minuto tu presencia,
Por todo el mundo
Por nada de nada
domingo, febrero 07, 2010
Salvador Cabañas
Dedicado a Chava Cabañas
Es inevitable, soy Americanista
domingo, enero 24, 2010
ALÉJATE DE MÍ
Aléjate de mi y hazlo pronto antes de que te mienta.
Tu cielo se hace gris , yo ya camino bajo la tormenta.
Aléjate de mi, escapa vete ya no debo verte.
Entiende que aunque pida que te vayas, no quiero perderte.
La luz ya no alcanza...
No quieras caminar sobre el dolor descalza...
Un ángel te cuida...
Y puso en mi boca la verdad para mostrarme la salida...
Y aléjate de mi amor
Yo sé que aún estás a tiempo
No soy quien en verdad parezco
y perdón, no soy quien crees, yo no caí del cielo
Si aún no me lo crees amor...
y quieres tu correr el riesgo
verás que soy realmente bueno
en engañar y hacer sufrir
a quien más quiero..(X2)
Aléjate de mi pues tu bien sabes que no te merezco
quisiera arrepentirme, ser el mismo y no decirte esto.
Aléjate de mi, escapa, vete ya no debo verte.
Entiende que aunque pida que te vayas no quiero perderte.
La luz ya, no alcanza...
No quieras caminar sobre el dolor descalza...
Un ángel te cuida...
Y puso en mi boca la verdad para mostrarme la salida....
Y aléjate de mi amor....
Yo sé que aún estás a tiempo....
No soy quien en verdad parezco
y perdón no soy quien crees,yo no caí del cielo...
Si aún no me lo crees amor
y quieres tu correr el riesgo
verás que soy realmente bueno
en engañar y hacer sufrir
y hacer llorar
a quien más quiero...
Y aléjate de mi amor....
Yo sé que aún estás a tiempo....
No soy quien en verdad parezco
y perdón no soy quien crees,yo no caí del cielo...
Si aún no me lo crees amor
y quieres tu correr el riesgo
verás que soy realmente bueno
en engañar y hacer sufrir
y hacer llorar
a quien más quiero...
sábado, enero 23, 2010
NO ES QUE MUERA DE AMOR...
en mi cama en que faltas,
Morimos en el sitio que le he prestado al aire
sino morirnos más, hora tras hora,
sábado, enero 09, 2010
TU ENCUENTRO
temía ver la expresión de tu rostro,
domingo, enero 03, 2010
EL TALLADOR DE LÁPIDAS
Un día pasó delante de la casa de un rico comerciante y vio las posesiones que éste tenía y lo respetado que era en la ciudad. El tallador de piedras sintió envidia del comerciante y pensó que le gustaría ser exactamente como él, en lugar de tener que estar todo el día trabajando la roca con el martillo y el cincel.
Para gran sorpresa suya, el deseo le fue concedido y de este modo se halló pronto convertido en un poderoso comerciante, disponiendo de más lujo y más poder de los que nunca había podido soñar. Al mismo tiempo era también envidiado y despreciado por los pobres y tenía igualmente más enemigos de los que nunca soñó.
Entonces vio a un importante funcionario del gobierno, transportado por sus siervos y rodeado de gran cantidad de soldados. Todos se inclinaban ante él. Sin duda era el personaje más poderoso y más respetado de todo el reino. El tallador de lápidas que ahora era comerciante, deseó ser como aquel alto funcionario, tener abundantes siervos y soldados que lo protegieran y disponer de más poder que nadie.
De nuevo le fue concedido su deseo y de pronto se convirtió en el importante funcionario, el hombre más poderoso de todo el reino, ante quien todos se inclinaban. Pero el funcionario era también la persona más temida y más odiada de todo el reino y precisamente por ello necesitaba tal cantidad de soldados para que lo protegieran. Mientras tanto el calor del sol le hacía sentirse incomodo y pesado. Entonces miró hacia arriba, viendo al sol que brillaba en pleno cielo azul y dijo: “¡Que poderoso es el sol! ¡Cómo me gustaría ser el sol!”
Antes de haber pronunciado la frase se había ya convertido en sol, iluminando toda la tierra. Pero pronto surgió una gran nube negra, que poco a poco fue tapando al sol e impidiendo el paso de sus rayos. “¡Que poderosa es esa nube! – Pensó- ¡como me gustaría ser como ella!”
Rápidamente se convirtió en la nube, anulando los rayos del sol y dejando caer su lluvia sobre los pueblos y los campos. Pero luego vino un fuerte viento y comenzó a desplazar y a disipar la nube. “Me gustaría ser tan poderoso como el viento,” pensó, y automáticamente se convirtió en viento.
Pero aunque el viento podía arrancar árboles de raíz y destruir pueblos enteros, nada podía contra una gran roca que había allí cerca. La roca se levantaba imponente, resistiendo inmóvil y tranquila a la fuerza del viento. “¡Que potente es esa roca!” –Pensó- “¡como me gustaría ser tan poderosa como ella!”
Entonces se convirtió en la roca, que resistía inamovible al viento más huracanado. Finalmente era feliz, pues disponía de la fuerza más poderosa existente sobre la tierra. Pero de pronto oyó un ruido. Clic, Clic, Clic. Un martillo golpeaba a un cincel, y este arrancaba un trozo de roca tras otro. “¿Quién podría ser más poderoso que yo?”, pensó, y mirando hacia abajo la poderosa roca vio... al hombre que hacía lápidas.
Muchas personas consumen su vida entera buscando la felicidad sin encontrarla nunca, simplemente porque no miran en el lugar adecuado. Nunca podrás ver una puesta de sol si estás mirando hacia el Este y nunca encontraras la felicidad si la buscas entre las cosas que te rodean. El cuento del tallador de lápidas te enseña que la felicidad no depende de lo que cambies en tu vida... salvo que te cambies a ti mismo.
sábado, enero 02, 2010
Quédate conmigo
Año nuevo, ¿vida nueva?
Cada año hago mi lista de propósitos, que van desde cosas muy simples, como levantarme más temprano, hasta cosas un poco más complicadas como mejorar mi carácter. Año tras año me doy cuenta que dejo muchos de los propósitos sin cumplir, por lo que en esta ocasión me preguntaba si valía la pena hacer dicho listado; finalmente lo hice. Intenté poner objetivos concretos y posibles, pero inevitablemente me invadió la nostalgia y esos deseos de ser una mejor persona, por lo que terminé agregando puntos como "ser una persona más humana y menos orgullosa" o este otro "aprender a perdonar, pero sobre todo, aprender a perdonarme".
No sé cómo les suene a ustedes, no sé cúales sean los propósitos que se hayan planteado para este 2010, pero de verdad espero que puedan cumplirlos, eso si, sin esperar que éstos se alcancen por sí solos, ya que depende de nuestro esfuerzo y trabajo en ellos, dando pequeñitos pasos que sean visibles y nos motiven a seguir en ese camino.
Así que espero que dentro de un 363 días aproximadamente pueda estarles contando cómo me fue.